Guadalest



EL CASTELL DE GUADALEST
Enclavado en el sector septentrional de la Marina Baixa, El Castell de Guadalest consigue que el turismo de la Costa Blanca se vea atraído por la evocadora estampa de un pueblo que ha sabido mantener, a través del tiempo, los rasgos más típicos de las poblaciones del interior alicantino.

El Castell de Guadalest fue declarado Conjunto Histórico en 1974 y posteriormente Bien de Interés Cultural. A partir de 2015 pertenece a la Asociación Los Pueblos Más bonitos de España y en 2016 entra a formar parte de la Federación Los Pueblos Más bonitos del Mundo.

PAISAJE
Situado en lo alto de un peñasco a 587 m. de altitud, sus casas encajadas en la roca, dominan un extenso valle, enmarcado por las sierras de Xortà y Serrella al norte y la sierra Aitana al sur. Las alturas más importantes son Parats, Morro Blanc, L'Ombria del Castell, el Purot y el Morro Blau. El río Guadalest atraviesa el término de Oeste a Sud-este, recogiéndose sus aguas en un embalse cercano a la villa que abastece a toda la comarca de la Marina Baixa.

El municipio disfruta de un clima de tipo mediterráneo. Por su relieve accidentado se extienden -en las zonas altas- los pinos y el monte bajo, mientras que en las laderas con terrazas y en el valle, se cultivan cítricos, olivos, algarrobos y almendros que, en primavera, ponen una nota de color al paisaje.



RECORRIDO URBANO
El municipio, declarado conjunto histórico-artístico, está dividido en dos barrios claramente diferenciados: el del castillo, colgado en lo alto de la peña y protegido por la antigua muralla, conserva todo su sabor medieval; y, el del Arrabal, de creación posterior, cuando la población aumentó trasladándose a las faldas de la montaña.

Al primero de ellos, se accede por un túnel natural que sirve de entrada a la población. Encaramado sobre la misma peña, destaca el campanario exento de la iglesia parroquial. A su lado, encontramos los restos de una antigua fortificación conocida como la Alcozaiba, construida por los antiguos pobladores para defender la villa.

En la zona más elevada del pueblo, se conservan los restos del castillo de San José que fue conquistado a los musulmanes por Jaime I y fortificado durante el reinado de Pedro IV. Los terremotos mencionados anteriormente y la Guerra de Sucesión fueron los culpables de su destrucción, aunque en la actualidad quedan en pie varios lienzos de muralla, la cisterna y la torre del homenaje.

Ascendiendo por la antigua escalinata que nos lleva al barrio antiguo y después de flanquear la entrada, nos encontramos ante la casona señorial de los Orduña, con su escudo en la puerta. A su lado, se alza la iglesia parroquial de la Asunción de la Virgen, construida en el siglo XVIII.

Merece gran interés el recorrido por la calle principal del pueblo, para admirar la arquitectura de sus casas, blancas y luminosas. Al final de esta calle, en la plaza, se encuentra el edificio del Ayuntamiento que antiguamente fue también juzgado y prisión.

El barrio del Arrabal, a los pies del castillo, acoge a los numerosos visitantes que se acercan a conocer este mágico pueblo del interior. Sus tiendas y establecimientos, que se han multiplicado en los últimos años, ofrecen los productos artesanos más típicos de la villa.



ARTESANÍA Y GASTRONOMÍA
A lo largo del recorrido por el casco urbano, nos encontramos con numerosas y variadas tiendas que ofrecen recuerdos típicos como licores, miel y en especial prendas de punto y bordados, todos ellos productos artesanos.

Junto a las tiendas, los restaurantes que cocinan los platos más representativos de El Castell de Guadalest, realizados con los productos propios de la tierra: pimientos rellenos de arroz, olleta, conejo al all i oli, verduras al horno y arròs amb fessols i naps, sin olvidar la famosa paella.



Guadalest

Foto: www.guadalest

FIESTAS
El carácter abierto de los habitantes de El Castell de Guadalest, les lleva a organizar sus fiestas más representativas en la época estival, invitando así a los turistas que visitan la Costa Blanca a vivirlas como uno más.

Celebra sus fiestas patronales en honor a la Virgen de la Asunción del 14 al 17 de agosto, con una ofrenda de flores, traslado de la Virgen, procesiones, verbenas, espectáculos y fuegos artificiales.

Los jóvenes también disponen, la primera semana de mayo, de una fiesta sólo para ellos, en honor a San Gregorio, con divertidas verbenas y apasionantes competiciones deportivas.

Fuente:  www.guadalest.es